viernes, 16 de mayo de 2008

Preview MGS4 por 1UP

"La guerra ha cambiado, así como Solid Snake. Ahora es viejo, aunque ninguno de sus camaradas lo sean -- y se rumorea que sólo le quedan seis meses antes de que su cuerpo deje de funcionar. Un conflicto sin fin se extiende a lo largo del mundo debido a una fuerza económica auto-alimentada, Liquid Snake (ahora Liquid Ocelot) tiene su propio ejército, tan grande como una nación, invencibles mujeres robóticas liderando el campo de batalla, y pequeños bebés Metal Gear son una presencia inexorable en el campo de batalla capaces de aniquilar pelotones enteros en un instante.

Bienvenidos a Metal Gear Solid 4, el último, el más triste, y el más absoluto capítulo final de la saga Metal Gear (O, al menos, éso es lo que nos prometieron). Por toda su desolación es también el Metal Gear más moderno. Con su fecha de lanzamiento prevista para dentro de apenas un mes, Konami fue lo suficiente amable como para darnos una muestra jugable del juego para poder probar que, sí, realmente funciona igual de bien como el hype nos sugería. Por ahora, los verdaderos devotos de Metal Gear están inmersos en la ya cerrada beta de Metal Gear Online, y habiendo estado pegando tiros a nuestros amigos online, es fácil ver lo mucho que el modo offline tiene en común con este componente multijugador. Controlar a Snake en MGS4 es esencialmente igual que controlarle en MGO (para aquellos que fueron lo suficientemente afortunados de tener la oportunidad de jugar como el legendario héroe contra un ejército de mocosos) -- excepto, por supuesto, la adición del componente argumental que enlaza una escena con la siguiente (y, por supuesto, el que Snake pueda manejar el Metal Gear Mk. II de forma remota).

Lo que nosotros jugamos: EL director Hideo Kojima nos obsequió con cerca de 40 minutos de juego -- con contenido más sustancial que la rápida intro del juego en la presentación japonesa hace un par de días -- y después se nos dejó jugar durante incluso más tiempo. Lo que sigue son nuestras impresiones, intentaremos saltarnos los spoilers, pero si estás demasiado ansioso por experimentar el juego totalmente fresco y nuevo, será mejor que saltes directamente y los apuntes de abajo.


EL juego comienza con una serie de escenas intercaladas con acción in-game. Snake se introduce en un campo de batalla sin nombre de Oriente Medio montándose en la parte de atrás de un improvisado transporte de tropas (un camión de recolección) llevando una capucha similar al traje tradicional de la milicia local sobre su traje de infiltración. Él desaparece en el entorno una vez que su convoy llega a la zona de fuego cruzado para encontrarse rápidamente cara a cara con una tropa de criaturas mecánicas ("gekkos") que se asemejan a Metal Gears de 10 pies de alto y que suenan, extrañamente, como vacas. Después de pensar rápidamente y hacer un engaño general, Snake evade a los mechas y comienza a buscar su camino para reunirse con un equipo de las Naciones Unidas llamado Rat Patrol.

Todo esto ocurre a través de alternancias de escenas de vídeo y jugables, con una transición tan suave entre ellas como jamás hayáis visto. Snake no está completamente indefenso para empezar -- comienza con raciones de curación, un cuchillo, y un rifle AK-102 -- pero se da la definitiva sensación de estar desarmado al comienzo. Este hecho, sin embargo, es probablemente lo mejor, y ayuda a los principiantes a iniciarse en el nuevo sistema de juego. Snake ahora tiene una cámara situada sobre su hombro tomado casi directamente de Resident Evil 4, con la posibilidad de cambiar directamente a la vista en primera persona para una mayor precisión. Hay un mundo de sutileza en la vista en primera persona; si estás de pie mientras disparas tu rifle, te balancerás, pero si te agachas o te tumbas, tu punto de mira se mantendrá estable. Las distintas armas poseen diferentes retrocesos; las pistolas son fiables, los rifles especializados como el M14EBR (un rifle de francotirador imprescindible) son firmes como rocas, y las ametralladoras pesadas como el M60E4 sufren de gasto serio de munición. Siguiendo con esto, presionando firmemente el gatillo se lanza una potente ráfaga de disparos con la M60 y Snake comienza a gritar como Rambo. Quizá esté mayor, pero aún le queda testosterona de sobra.

Además del caos en el campo de batalla, hay un montón de cosas que apreciar; la barra de vida de Snake está compuesta por el parámetro Físico -- similar a la barra de energía en Metal Gear Solid 3 -- y el parámtero de Estrés. Cuanto más muevas a Snake, más rápidamente aumentará su estrés... y cuando esté totalmente estresado, su energía caerá. Una baja energía supondrá menos puntería con los rifles y una recuperación de salud más lenta. También cabe destacar las diferentes opciones del menú a través del Solid Eye, que combina prismáticos, radar, gafas de visión nocturna y visión de infrarrojos, todo en uno. Por defecto, el Solid Eye muestra objetos de interés cercanos en una vista abstracta sobre la cabeza donde las personas y los dispositivos en movimiento aparecen más intensamente. Pero también puede revelar huellas y fuentes de calor.

Todo esto apenas roza uno de los puntos más profundos y extensos del sistema de juego. Hay trucos que vuelven a aparecer (lanzar revistas de chicas a soldados distraídos o esconderte en una caja de cartón), así como nuevos trucos (un iPod controlable que se puede manejar exactamente como un iPod real gracias al stick analógico derecho). Hay un lanzagranadas cuyo alcance puede ser ajustado manualmente con el D-pad, el hecho de que vomitar reduzca el nivel de estrés de Snake, un edificio abandonado lleno de minas Claymore y otras trampas, y un emocionante viaje a través de la base subterránea de la milicia. Y todo esto sólo en la primera hora de juego.

A destacar: Si hay algo que sitúa a MGS4 sobre sus predecesores, eso es el diseño de las localizaciones del juego. Mientras que los juegos anteriores se habían situado en cuarteles cerrados con montones de enmigos patrullando, MGS4 comienza en el corazón de la batalla... y (al menos en la primera hora) en ningún momento decae. El zumbido de las balas que pasan cerca, contenedores que explotan cerca, escuadrones de tropas privatizadas (PMCs) y la milicia local, todo en tiempo real con la misma ferocidad y tácticas que se ven en las secuencias de vídeo. Snake es un intruso en este mundo, un jugador solitario en una batalla mucho mayor, y los sentimientos que aparecen son realmente viscerales. A veces tropezaréis con un grupo de soldados que pasan corriendo; a veces ellos se tropezarán contigo. Dependiendo de la organización a la que pertenezcan y de lo bien que te portes con ellos, abrirán fuego contra tí o te pedirán que les ayudes.

Tanto amigos como enemigos emplean tácticas de combate real. Los francotiradores están acompañados de otro soldado que le señala los objetivos; los equipos usan códigos de contacto para indicar cuándo avanzar o retroceder. Y tú eres libre de evadir la lucha o meterte de lleno en ella.

A destacar: La segunda gran cosa sobre MGS4 es su excepcional sensación de liberad. Mientras que la forma de progresar parece totalmente predeterminada -- os estaréis moviendo de un punto a otro dictado por la radio del códec por vuestro aliado Otacon -- éso es simplemente la estructura general del juego. Las partes específicas las decides completamente tú.

Los enormes y dinámicos campos de batalla ofrecen multitud de posibles rutas de infiltración, y Snake está equipado con una gran variedad de herramientas de infiltración: el aliado remoto Metal Gear Mk. II, el marcador de datos Solid Eye, una pistola de dardos tranquilizantes con silenciador, y un anilo de "conocimiento" que indica la dirección aproximada en la que se encuentran los soldados cercanos. Pero también está equipado para la acción en campo abierto, con un impresionante arsenal de armas y una refinada interfaz que hace que disparar sea ridículamente divertido.

A destacar: Claramente, los creadores notaron lo bien que se sentía la acción en MGS4, porque han añadido un sistema económico que permite conseguir una enorme variedad de armas. Esto va de granadas baratas a las caras modificaciones de rifles, como el caro rifle Tanegashima, cuyo diseño redondo e increíble tiempo de recarga permiten lanzar una ráfaga capaz de limpiar el campo de batalla. El mercante, Drebin, puede ser contactado en cualquier momento a través del Metal Gear Mk. II, y éste acepta el pago de armas con registro ID sobrantes que Snake no necesita y que, de todas formas, no puede usar.

Cuidado: El hype de este juego está comenzando a rozar los puntos ridículos que ya se dieron con Halo 3... pero no es por falta de méritos. Pocos juegos pueden mostrar tal nivel de detalle en el sistema de juego, ambición narrativa, y gran presupuesto. Nos encanta animar a los desvalidos, pero a veces los contundentes superventas realmente merecen el hype. MGS4 es simplemente uno de esos juegos -- y en un mes, lo comprobaremos por nosotros mismos.
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Fuente: 1UP

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